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La pequeña Dormilona y el Petrel gigante

Los Guardianes del Estuario te informan

El Programa de Participación Comunitaria “Guardianes del Estuario”, creado por la Asociación Ambiente Sur, reúne a personas, organizaciones de la comunidad e instituciones que adhieren voluntariamente a esta iniciativa de participación y sensibilización ambiental.

Hoy nos comparten información sobre dos especies que podemos avistar en proximidades y, a veces, dentro de la ciudad de Río Gallegos: la Dormilona cara negra y el Petrel gigante antártico.

La Dormilona cara negra (Muscisaxicola maclovianus) es una especie de ave migratoria que puede avistarse en el estuario del río Gallegos y en ocasiones en las márgenes de la ciudad y dentro de ella.

La Dormilona cara negra es un ave pequeña y migratoria que puede avistarse en toda la estepa circundante al estuario del río Gallegos.

Uno de sus hábitos más llamativos es que descansa de cara al viento, sin moverse por largos períodos, lo que ha dado origen a su nombre común de “dormilonas”.

Mide 16 cm y mantiene una postura erecta. El dorso es marrón grisáceo que se vuelve más oscuro en la cara y amarronado en la corona. Sus partes inferiores son de color gris pálido y blancuzcas hacia el vientre. El pico es fino, pequeño y oscuro. Su aspecto mimético con el entorno y su pequeño tamaño hace necesario agudizar la observación para lograr verla.

Por lo general, se la puede observar posada en sitios prominentes, rocas o arbustos. Desde allí observan el paso de los insectos a los que se largan a capturar con rápidos vuelos, comportamiento característico de la familia a la que pertenece, los tiránidos. Además, suelen recorrer el suelo realizando cortas carreritas mientras van atrapando presas.

Esta Dormilona nidifica entre septiembre y diciembre; construye nidos en huecos naturales, bajo rocas grandes o grietas pero también aprovecha cuevas abandonadas por roedores y cavidades artificiales.

Durante el período reproductivo, está presente en todo el oeste de la Patagonia, desde Neuquén hasta Tierra del Fuego. En invierno, se desplaza hacia el norte, siguiendo los Andes hasta alcanzar Perú o hacia el centro de nuestro país y Uruguay. Sus movimientos migratorios están estrechamente ligados a las condiciones climáticas de la zona y a la presencia de invertebrados en cantidad suficiente para asegurar su supervivencia.

A comienzos del otoño, suelen observarse bandadas en la costanera, donde se alimentan al borde de la marisma o de la playa.

El gigante antártico

El Petrel gigante antártico (Macronectes giganteus) es el petrel más grande. Mide 87 cm y su envergadura, es decir la longitud entre los extremos de sus alas abiertas, es de 195 cm. Los ejemplares que se observan en esta zona son generalmente juveniles, cuyo plumaje es completamente negro apizarrado y con un notable pico de color marfil a verdoso. Los adultos van mudando progresivamente hacia un gris blancuzco, comenzando por la cabeza y extendiéndose luego hacia el pecho y resto del cuerpo.

El Petrel gigante antártico es el petrel más grande: mide 87 cm y su envergadura, es decir la longitud entre los extremos de sus alas abiertas, es de 195 cm.

Este Petrel se distribuye en todos los océanos del sur desde las costas de la Antártida hasta los trópicos. En el estuario del río Gallegos, se lo puede observar con facilidad desde la costanera, aunque es más abundante en la desembocadura del río. Es visible por su tamaño y el color negro que contrasta con el agua.

Es un ave pelágica, que vive la mayor parte de su vida en el mar, aunque también es común en las aguas del estuario local y, ocasionalmente, en la costa cuando hay algún animal muerto.

Se lo puede ver planeando sobre el agua y la costa, moviendo sus alas lentamente o descansando en el mar. Sin embargo, no nidifica en la zona sino en islas oceánicas libres de predadores terrestres. Los ejemplares del estuario del río Gallegos es probable que provengan de las colonias de las Islas Georgias y Malvinas, la Antártida y las islas cercanas a las costas de Chubut.

El Petrel gigante antártico se alimenta posándose en la superficie del agua o sumergiéndose hasta un par de metros para capturar todo tipo de presas o desechos de barcos pesqueros. En ocasiones, aprovecha animales muertos, actuando como carroñero y preda sobre otros animales vivos. Es muy agresivo cuando debe defender su alimento.

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