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Con los pies en el barro protegen a las aves y el ambiente

Munidos de un vehículo, telescopios, binoculares, GPS, cámaras trampa, celular corporativo con la aplicación eBird para el registro de aves, el contacto inmediato para dar aviso de algún disturbio a las Autoridades de aplicación correspondientes y tomas fotográficas, ropa adecuada, botas de goma para caminar por la fangosa marisma costera, libreta de campo, lápiz y una caja de herramientas para lo que haga falta, los agentes de conservación de la Asociación Ambiente Sur emprenden su tarea literalmente “contra viento y marea”, ya que varias de las que cumplen cotidianamente dependen de estos fundamentales factores.

La tarea que ellos desarrollan es muy amplia, tal vez poco conocida pero de una importancia trascendente para el cuidado y protección de las áreas protegidas. Para María Luz Alsina, agente de conservación de la ONG, el territorio de su trabajo, las reservas, es su “oficina”. Ella recuerda: “la primera vez que fui (a la Reserva Provincial de Aves Migratorias) no podía creer que, viviendo tan cerquita, no conociera ese lugar. Es como una postal, dice, o mejor aún…porque sentís el viento, los olores y colores y también el frío, reconoce. Estar ahí es un cable a tierra, te llena de paz. Estás cerca de la ciudad pero a la vez tan lejos que el silencio es absoluto” y agrega que “con paciencia y cuidado, bandadas de aves te sobrevuelan tan cerca que podés escuchar su aleteo sincronizado. ¡Descubrís la verdadera Patagonia!”.

María Luz comparte un sentimiento común a sus compañeros de tareas, Emanuel Tiberi y Mauro Gómez: “me llena de orgullo contar sobre mi trabajo porque sé que el fin es un objetivo común. A todos nos gusta pasear, visitar, vacacionar y esparcirnos en un lugar lindo y sano ya que nadie elige hacerlo en un basural. Por eso, saber que tenemos estos ambientes cerca y dentro de la ciudad, nos hace pensar que nuestro trabajo es fundamental”.

 
 

Emanuel Tiberi enumera algunas de las satisfacciones que aporta esta singular y ardua tarea: “trabajar viendo ballenas, ver aves que vienen del otro extremo del mundo o de la Antártida, realizar el primer registro de Playero de Rompiente en la costa atlántica continental argentina, tener un petrel gigante común en mis manos…”

Los agentes de conservación de Ambiente Sur planifican parte de su trabajo en conjunto con las Autoridades de aplicación, realizando recorridos semanales en el terreno y eventualmente otros recorridos mensuales, donde se hacen registros de avifauna, se completan planillas de amenazas, instalación y mantenimiento de cartelería que indica los usos permitidos, limpiezas rotativas y mantenimiento de miradores, se cuentan entre las más habituales.

Asimismo, se completa este trabajo con lo que se denomina “refuerzo del Sistema”, que consiste en centrarse en tres sitios específicos dentro de las reservas, donde permanecen una hora en cada uno para poder detectar amenazas que no pueden ser percibidas en un simple recorrido. Si bien estos sectores críticos especialmente monitoreados van variando, en este momento se trabaja en el sector ubicado entre el C.I.E.R.G. y el Vaciadero municipal, la cantera próxima a la Reserva Costera Urbana y el sector de la Laguna de Marina, un sitio impactado por la basura.

Los agentes realizan también los censos de macá tobianos, relevamientos esenciales para evaluar la población de esta especie endémica de Santa Cruz y en peligro crítico de extinción. Éstos se realizan simultáneamente en los estuarios de los ríos Gallegos, Coyle y Santa Cruz – Chico, principalmente en invierno, cuando los macaes migran a los estuarios atlánticos desde la estepa, aunque los censos se hacen todo el año como control preventivo. En ocasión de los censos simultáneos, también se hace el registro de toda la avifauna avistada y se verifica que los sitios estén en buenas condiciones, ya que los agentes se han encontrado con incendios o redes en los lugares donde se realizan, según apunta Mauro Gómez.

 
 

Estas acciones son posibles en el marco de los Proyectos implementados por Ambiente Sur: Proyecto Macá Tobiano, con financiamiento de International Conservation Fund of Canadá (I.C.F.C.) y Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund; Proyecto “Aves Playeras en el estuario del río Gallegos, Santa Cruz, Argentina”, apoyado por I.C.F.C., y el Proyecto “Conservación de Dos Especies Focales de Aves Playeras Migratorias en Patagonia Sur, Argentina: Conectando Comunidades a Través de Reservas Naturales Urbanas, Educación Ambiental y Participación Ciudadana”, fase II, financiado por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los EE.UU, mediante la aplicación de la Ley de Conservación de Aves Migratorias Neotropicales de ese país, y con el apoyo del Programa Humedales para el Futuro de la Convención RAMSAR, el Departamento de Estado de EE.UU. y la empresa Patagonia.

Nosotros

Somos una asociación civil sin fines de lucro, creada en Marzo de 2007. La conformamos un grupo diverso de profesionales y amantes de la naturaleza con la misión de conservar y generar proyectos de educación ambiental con participación ciudadana en pos de la salud y el disfrute del ambiente local

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