En este contexto, que afecta a los habitantes pero también a todo el entramado de biodiversidad del ambiente, resulta relevante toda iniciativa que propicie la conservación de la flora autóctona, ya que la reducción de la cobertura vegetal genera una merma en la capacidad de conservación de agua en el suelo.

REcuperar, REvegetar, REmediar

En la periferia del ejido urbano de Río Gallegos se encuentran áreas que presentan flora nativa que se remueve a causa de los diversos usos de esos suelos. Hoy esa vegetación propia de la estepa es poco conocida y valorada y su reducción se acentúa cada vez más. Sin embargo, puede utilizarse para la restauración, revegetación y remediación de ambientes naturales urbanos que evitaría la pérdida de la vegetación autóctona dentro y en los alrededores de la ciudad.

A fines del año pasado, la Asociación Ambiente Sur puso en marcha el Proyecto RE Estepa que forma parte del Programa Reservas Naturales Urbanas de la ONG y que en sus inicios contó con el apoyo de la Fundación Banco Santa Cruz a través de “Iniciativas Sustentables”.

Dada la situación antes descrita, la Asociación propuso desarrollar un circuito de revalorización y reintegración al ambiente de la flora originaria de esta bioregión. Mediante la aplicación de un protocolo de extracción de las especies nativas, se las recupera de los sitios donde ha habido desmontes, de espacios donde se realiza la extracción de material de construcción, como canteras, y de terrenos destinados a la construcción de obras e infraestructuras en los cuales se han hecho limpiezas y remoción de vegetación.

Posteriormente a la extracción y recuperación, se realiza la relocalización de las plantas en distintos ambientes según se defina su destino: en áreas protegidas, en zonas previamente identificadas y preparadas para la revegetación (pozos abiertos, agua disponible, tierra y fertilizantes); otras nativas, las menos viables, se entregarán a productores textiles y de fitocosmética y, finalmente, otras especies serán destinadas a viveros locales para la producción de esquejes, o a vecinos y vecinas para que puedan incluirlos en sus jardines.

La conservación de las plantas nativas y endémicas (exclusivas de una región) es importante porque evita que distintas especies exóticas (introducidas) invadan el territorio. Asimismo, debido a que las especies nativas son muy específicas en sus requerimientos, en condiciones desfavorables como sequía y baja cobertura vegetal, las especies exóticas -generalistas- se ven beneficiadas.