Macaes: una familia de expertos buceadores
La Asociación Ambiente Sur desarrolla desde 2009 el Proyecto Macá Tobiano, en alianza con la ONG Aves Argentinas. Este es un esfuerzo por conservar esta especie categorizada como “en peligro crítico de extinción” y que se encuentra exclusivamente en la Provincia de Santa Cruz, en la cual fue declarada por ley Monumento Natural Provincial.
Los Macá Tobianos pertenecen a la familia de los zambullidores, no son patos. Son aves muy vulnerables a la extinción, ya que viven la mayor parte de sus vidas dependiendo de cuerpos de agua (humedales), los cuales pueden ser fácilmente afectados por actividades humanas.
Estas especies consiguen alimento en el agua y construyen en ella sus nidos. Se los denomina zambullidores por este comportamiento por el cual bucean con gran habilidad en el agua para buscar alimento o para evadir un eventual riesgo.
En el estuario del río Gallegos y el Sistema de Reservas Naturales Urbanas de Río Gallegos se encuentran cuatro especies de macaes: hablamos del Macá Tobiano (Podiceps gallardoi), el Macá Plateado (Podiceps occipitalis), el Macá Grande (Podiceps major) y el Macá Común (Rollandia rolland). Si bien pertenecen a la misma familia y son de características muy similares, podemos decir que cada especie tiene sus particularidades.
El origen del nombre Macá proviene de la denominación que le daba la etnia guaraní: Makang, que por similitud onomatopéyica derivó en Macá.
Como característica común todos los macaes tienen las patas en el extremo posterior (detrás) del cuerpo, lo que les dificulta caminar pero los hace ágiles en el agua, alcanzando gran velocidad. Esto es posible gracias a que poseen una gran flexibilidad en los dedos de las patas, que les permiten remar y timonear al mismo tiempo.
Además de tener la particularidad de alimentarse mediante el buceo en los cuerpos de agua, son carnívoros y comen principalmente pequeños invertebrados, como caracoles y pequeños peces.
Estas especies hacen sus nidos en plataformas flotantes, variando el tipo de vegetación que usan. En el momento del cortejo, realizan todos un baile sincronizado; ninguna de las especies de macaes poseen dimorfismo sexual (diferencias en el aspecto físico de machos y hembras). El Macá Tobiano se reproduce en las mesetas de altura del oeste de Santa Cruz. En las lagunas, se alimenta, busca y corteja a su pareja y luego comienza con la construcción de su nido flotante, para lo que utiliza una planta llamada Vinagrilla. El nido es construido por ambos y luego la hembra pone dos huevos, de los que generalmente cría sólo un pichón.
Las especies de macaes que se pueden avistar en el estuario tienen todas el ojo rojo y el pico de color negro, cortos y robustos.
Salvemos al Macá tobiano
El Proyecto Macá Tobiano continúa ininterrumpidamente emprendiendo acciones en el terreno, técnico-científicas y de sensibilización en pos de impedir la extinción de esta singular ave. Dichas acciones involucran actividades específicas tanto en invierno como en verano, siguiendo la migración del macá tobiano hacia el oeste en su temporada reproductiva durante la estación estival y hacia los estuarios santacruceños durante el invierno.
Entre las principales acciones que se realizan para evitar la extinción del Macá Tobiano, se cuentan: el establecimiento de guardianes de colonias en el período reproductivo en las lagunas de la meseta del Lago Buenos Aires, con monitoreos de las colonias para detectar el éxito reproductivo de cada año; censos simultáneos en invierno en los estuarios de los ríos Gallegos, Coyle y Chico (Puerto Santa Cruz); control de predadores; protección de áreas que garanticen la reproducción (Parque Nacional Patagonia y Reservas Naturales Urbanas); trabajo permanente de sensibilización mediante la educación ambiental en las comunidades con charlas, documentales, salidas de campo y producción de materiales pedagógicos e informativos; fortalecimiento de la relación con la gente de campo para que se conviertan en “guardianes” de la especie; anillado de ejemplares con el fin de conocer datos sobre su migración, edad y fidelidad a los sitios de nidificación, entre otras. En muchas de las múltiples acciones emprendidas, Ambiente Sur trabaja en conjunto con instituciones locales, nacionales e internacionales y con empresas.
Al momento del descubrimiento de esta especie, se estimaba que su población rondaba entre los 3.000 y 5.000 individuos. La declinación poblacional lo llevó a un número estimado en la actualidad de 400 parejas reproductivas, pero las medidas detalladas han logrado detener la baja de su población, lo que permite albergar esperanzas sobre su futuro.
Nosotros
Somos una asociación civil sin fines de lucro, creada en Marzo de 2007. La conformamos un grupo diverso de profesionales y amantes de la naturaleza con la misión de conservar y generar proyectos de educación ambiental con participación ciudadana en pos de la salud y el disfrute del ambiente local
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