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Otoño en la Estepa patagónica austral

Los cambios del paisaje, la flora y la fauna

El viajero que recorre por primera vez la Patagonia atravesando por tierra sus interminables kilómetros, seguramente se dejará maravillar por la posibilidad de perder su mirada en el horizonte, donde se juntan la tierra y el cielo. Este territorio que padece de inmensidad pone en escala al ser humano. La aparente “nada” de la estepa patagónica esconde vida que late con fuerza en ella y, como todo en la naturaleza, se renueva o se transforma en cada estación. Sólo hay que saber mirar.

La Estepa Patagónica Austral se distingue por un clima frío y seco, con características de semidesierto. Al caminar por allí, podemos encontrarnos un paisaje de grandes mesetas escalonadas, que albergan importantes sistemas de cuencas donde las lluvias no superan los 250 milímetros al año.

Las temperaturas medias van de 15 °C en el norte a 8 °C en el sur. Predominan los fuertes vientos del oeste, las lluvias o nevadas invernales y los veranos secos.

La vegetación se caracteriza por presentarse en forma de matorrales de poca altura (achaparrados) y pastizales cortos, adaptados a condiciones ambientales adversas.

La Estepa posee extensas áreas de suelos arcillosos, arenosos y rocosos, que cuentan con bajo contenido de materia orgánica, lo que junto a los vientos y las bajas precipitaciones, generan que se los pueda observar agrietados. Parte de estos suelos se encuentran cubiertos por vegetación particular, que muchas veces no se ve a simple vista pero está ahí, adaptada a las condiciones climáticas de la región y colaborando con el ambiente para evitar la pérdida del suelo, la evaporación del agua y la disminución de nutrientes.

Asimismo y aunque resulte curioso, estas grandes extensiones pueden contener también importantes reservas de agua que convierten a la estepa en un ambiente muy diverso y atractivo para diferentes especies de animales y plantas. El agua presente en la estepa se distribuye en diferentes niveles del suelo.

El Zorro blanco es una de las especies que habitan la estepa patagónica austral, un ambiente con alta biodiversidad de flora y fauna. (Foto Florencia Padrón)

La Asociación Ambiente desarrolla diversas iniciativas que tienen como fin revalorizar el ambiente estepario y vincularlo a las comunidades que viven en él, llevando adelante alianzas con socios regionales e internacionales para implementar medidas de conservación, investigación y sensibilización ambiental.

Estas iniciativas se articulan en la Red de Reservas Naturales de Patagonia-RRNUP, el Proyecto Re-Estepa y el Proyecto Binacional Pluvianellus, éste último junto al Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura (CRAL) de Punta Arenas, Chile.

Ambiente Sur y el CRAL lideran la conformación de una Alianza por la conservación de la Estepa en Patagonia Sur, una red en construcción que convoca a organizaciones académicas, gubernamentales, no gubernamentales, comunitarias y del sector productivo de ambos países para el desarrollo de un trabajo articulado por la conservación y puesta en valor del ambiente estepario.

La estepa patagónica es un extenso ambiente de clima seco y frío, con reservas de agua en diferentes niveles del suelo.  (Foto Santiago Imberti)

El otoño en la Estepa patagónica

Entrando al otoño, el paisaje estepario muta con una paleta de colores que va del amarillo seco o dorado al naranja y al rojo, con distintos tonos de verde, informándonos a nosotros y al resto de sus habitantes que algo ha cambiado. Las aves comienzan sus migraciones a lugares más cálidos, dentro de la misma región o al hemisferio norte, y los días comienzan a acortarse significativamente dando inicio a los períodos más fríos y con cambios en el régimen de precipitaciones.

Durante esta estación la vegetación ahorrará energía para atravesar el invierno. Con la reducción de la luz solar, la actividad fotosintética de las plantas se suspende y las hojas, principales encargadas de esta acción, ya no serán funcionales. En este momento, algunas especies de flora dejan caer sus hojas y otras desarrollan estrategias para conservar su energía y proteger sus yemas de crecimiento en invierno.

Entre las especies de fauna, los reptiles son los que presentan mayor número de endemismos, como la yarará ñata; también los hay entre los anfibios que habitan las lagunas basálticas; entre las aves, encontramos el Choique y la Quiula patagónica; de los mamíferos, son comunes el Guanaco, el Puma, el Zorro gris, la Mara, el Tucu-tucu y el Zorrino patagónicos, entre otros.

Nosotros

Somos una asociación civil sin fines de lucro, creada en Marzo de 2007. La conformamos un grupo diverso de profesionales y amantes de la naturaleza con la misión de conservar y generar proyectos de educación ambiental con participación ciudadana en pos de la salud y el disfrute del ambiente local

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