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Estimado Sr. Presidente Electo Alberto Ángel Fernández

Buenos Aires, 29 de noviembre de 2019

Estimado Sr. Presidente Electo Alberto Ángel Fernández La Argentina atraviesa hoy un período de crisis económica, social y ambiental cuya salida requiere del compromiso de toda la sociedad. En tal sentido, y como organizaciones representantes de la sociedad civil vinculadas al medio ambiente, queremos hacerle llegar nuestra posición al respecto.

La situación actual necesita, quizás más que nunca, de una visión transdiciplinaria y pluricultural, donde la conservación de la naturaleza y la producción no se enfrenten sino que sean parte de un horizonte común. Creemos fervientemente en un escenario donde las riquezas generadas por nuestros recursos naturales potencien las economías regionales, brindando la posibilidad para un reparto justo y equitativo de las oportunidades que la naturaleza nos brinda. Más naturaleza es más y mejores fuentes de trabajo genuino, en especial para los sectores más postergados y olvidados. Invertir en el ambiente es invertir en oportunidades, salud, seguridad, educación, trabajo y bienestar.

Ya lo adelantaba Juan Domingo Perón cuando en 1972 escribió su Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo: “El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado. Ya es una poderosa fuerza biológica, y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra, sólo puede esperar verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas”.

Pero este horizonte requiere de un esfuerzo mancomunado de los diferentes sectores de la sociedad, donde el estado nacional tiene un rol protagónico al delinear las políticas públicas dirigidas a mantener ese equilibrio entre los intereses de los diferentes sectores y la naturaleza de un país.

Hoy en día resulta insoslayable el impacto de la crisis climática en nuestras economías y formas de vida. Las acciones necesarias para su mitigación ya no pueden ser ignoradas o pospuestas. Así mismo, la conservación de nuestros ambientes naturales y su biodiversidad asociada no pueden obviarse y deben ser consideradas centrales y si queremos construir un país con verdadera justicia social. Un país más diverso, biológica y culturalmente, resulta más resiliente y resistente tanto a los cambios ambientales como económicos.

La crisis alimentaria por la que también atraviesa la Argentina tiene un profundo vínculo de cercanía con la crisis ambiental. Las formas en que producimos, consumimos y distribuimos los alimentos están intrínsecamente relacionadas con la manera en que nos relacionamos con la naturaleza. Necesitamos rever y discutir estos métodos sin desatender los fundamentos que nos brinda nuestra ciencia.

Por otro lado, la biodiversidad de América Latina es un fuerte componente de nuestra identidad. Desde las Alturas de los Andes hasta la inmensidad de las pampas, desde las Selvas hasta la aridez de la Patagonia y las profundidades del Atlántico, nuestro patrimonio natural le dio forma a nuestras culturas y tradiciones.

En este sentido, es el deseo de las organizaciones de la sociedad civil con foco en la conservación del ambiente firmantes, acercarle nuestra posición con respecto algunos puntos que consideramos de vital importancia para construir ese país que todos queremos.

Una Argentina construida desde un ordenamiento territorial planificado, a través de procesos realmente participativos y que refleje las diferentes estrategias ambientales y productivas que las diferentes regiones de nuestro territorio deberán asumir para movernos hacia un modelo de país social y ambientalmente sustentable.

Son varios y diversos los conflictos ambientales a los que la Argentina se enfrenta. Aún quedan deudas por saldar como la Ley de Humedales, una correcta ejecución de la Ley de Bosques, una planificación territorial y de usos del suelo integral, la reducción drástica del uso de agroquímicos y la transición a la agroecología, avanzar en el control de las especies exóticas invasoras, combatir la caza y el tráfico ilegales de fauna silvestre, reducir el impacto de la actividad pesquera y avanzar en la creación e implementación de áreas protegidas tanto terrestres como marinas, entre muchas otros frentes que requieren la atención y la intervención de la cartera ambiental.

Tal como afirman nuestros científicos, en línea con la comunidad científica internacional y los convenios sobre diversidad biológica y de cambio climático, ha llegado el momento de que los Estados tomen verdaderas cartas en el asunto a través de un compromiso de acción real y efectivo.

Para esto, consideramos vital que la cartera de ambiente esté liderada por un equipo calificadopara este fin. Creemos que esto es indispensable para lograr una interlocución válida y sólida con el resto de los actores e intereses. Agendas internacionales como la de Cambio Climático y la articulación con el sector productivo no se sostienen sin un liderazgo competente.

También creemos que es fundamental que la secretaría de Ambiente vuelva a tener rango de Ministerio, con el objeto de construir junto a los demás Ministerios nacionales un espacio de discusión armónico e integral donde se puedan cimentar las políticas públicas acordes al concepto de crecimiento sostenible.

Finalmente, creemos apropiado que la Administración de Parques Nacionales funcione dentro de la órbita del mencionado Ministerio, manteniendo la esencia y el sentido de su existencia como organismo encargado, por sobre todas las cosas, de velar por la conservación de nuestro patrimonio natural y cultural. Esto permitirá seguir fortaleciendo al Sistema Federal de Áreas Protegidas (SIFAP) y el Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas (SNAMP) para, de esta forma, continuar con la política de creación de nuevas áreas naturales protegidas con el fin de alcanzar los compromisos asumidos como país ante las Metas de Aichi 2020 donde la Argentina tenga, al menos, el 17% de sus áreas terrestres y aguas continentales, y 10% de áreas marinas y costeras protegidas.

Esperando que este nuevo ciclo encuentre finalmente a una sociedad argentina verdaderamente comprometida con el cuidado ambiental, y a sabiendas de que en esta tarea gigantesca nadie puede quedarse con los brazos cruzados, nos ponemos a disposición para trabajar por un planeta vivo y sano para las generaciones futuras.

Nosotros

Somos una asociación civil sin fines de lucro, creada en Marzo de 2007. La conformamos un grupo diverso de profesionales y amantes de la naturaleza con la misión de conservar y generar proyectos de educación ambiental con participación ciudadana en pos de la salud y el disfrute del ambiente local

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