El Chorlito Ceniciento es una especie endémica de la Patagonia Austral, de muy bajo número poblacional y «Casi Amenazada» (BirdLife International 2003). Se encuentra en el estuario en números que representan aproximadamente el 15 % de la población total estimada. Este alto porcentaje de su población global fue una de las razones que dieron lugar a que la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (R.H.R.A.P.) declarara en 2005 como “Sitio de Importancia Internacional” para las aves playeras al estuario del río Gallegos. Este año se cumplen ya 15 años de esa trascendente categorización y reconocimiento de nuestro estuario, lo cual será motivo de celebración por parte de nuestra organización junto a otras instituciones que trabajan por la conservación de estas especies.

Uno de los lugares donde es posible avistar a estos chorlitos es en el estuario del río Chico, en el cual los agentes de conservación de la Asociación Ambiente Sur y de la Agencia Ambiental Municipal han observado, reunidos en pequeñas áreas, hasta un número que representa entre el 3 y 4 % de la población global. Aunque faltan explorar muchos kilómetros de costa, su principal sitio de invernada lo constituye la Reserva Provincial de Aves Migratorias (R.P.A.M.), contigua a la Reserva Costera Urbana (R.C.U.) y parte del mismo ecosistema.

En 2019, Ambiente Sur realizó monitoreos de la especie durante todo el año y un censo simultáneo en toda el área estuarial, abarcando la Reserva Provincial y la Reserva Costera Urbana. Se constató un máximo de 39 individuos en el censo realizado el 26 de junio. La distribución de este Chorlito abarca el sur de Santa Cruz, Chile y Tierra del Fuego. En cercanías de nuestra ciudad, se observó su presencia en el ya mencionado estuario del río Chico, en Punta Loyola y en la isla Deseada, aunque el año pasado se registró un Chorlito Ceniciento juvenil en la Laguna Ortiz, sector 1 (foto).

Esta es una de las especies más comprometidas en cuanto a su conservación, por lo cual depende para su supervivencia del buen manejo del estuario, que no solo es responsabilidad de las autoridades sino también de toda la población.

Como ya apuntamos, el Chorlito Ceniciento utiliza la zona del estuario en invierno, entre fines de marzo y principios de agosto. Se caracteriza por un aspecto muy mimético, aunque una vez localizado, es fácilmente reconocible por sus patas cortas y de color rosa intenso en adultos o amarillo-anaranjadas en inmaduros, semejante a una pequeña paloma. Tiene el dorso y pecho gris ceniciento y partes inferiores blancuzcas, con un notable iris rojo.

El Chorlito Ceniciento tiene el hábito de alimentarse caminando en círculos sobre la orilla, usualmente en parejas o grupos familiares. Es muy agresivo durante la época reproductiva, defiende grandes extensiones de territorio alejando a otros chorlos con persecuciones y ataques directos cuando se siente invadido. A fines del verano, migra hacia la costa de los estuarios formando grupos, habitualmente de 10 a 15 individuos.

Entre septiembre y enero nidifica a orillas de pequeñas lagunas de la estepa, por lo general sólo a metros de la máxima línea de agua. Construye un nido muy básico sobre un sustrato de pequeñas piedras o piedras mezcladas con barro y generalmente cría con éxito solamente un pichón que alimenta por regurgitación.