En cuanto a su categoría de conservación, es considerada a nivel global “Casi Amenazada” (BirdLife 2022). En Chile, su status fue modificado a “En Peligro” (Reglamento para la Clasificación de Especies Silvestres del Ministerio de Medio Ambiente). En Argentina, está clasificada como “En Peligro” ya que se cree que su población está disminuyendo (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y Aves Argentinas, 2017).

El Chorlito ceniciento (Pluvianellus socialis) es un ave de 19-21 cm de largo. Los adultos poseen un plumaje color gris en el dorso, pecho y cabeza. El abdomen es blanquecino en su totalidad. El pico es corto y de color negro. Las patas son cortas y rosáceas, el iris es rojizo. Los juveniles tienen un dorso grisáceo moteado, patas amarillentas y el ojo es de un rojo menos intenso.

El nido se ubica a una distancia variable desde la orilla de la laguna (70 cm a 25 m), el cual consiste en una depresión donde se agrupan pequeñas piedras sin materiales aislantes. El comportamiento reproductivo comienza a partir de septiembre hasta enero y generalmente logra criar sólo un pichón.

En la etapa no reproductiva, recientemente se identificó como uno de los sitios clave de concentración al estuario del río Gallegos y el río Chico, en Argentina, y la zona de Laguna Los Palos y Bahía Lomas, en el sector de estepa de la Región de Magallanes, en Chile.

Las principales amenazas que enfrenta esta especie son, por un lado, la destrucción de nidos y pichones por pisoteo, pastoreo y movimiento de hacienda hacia las lagunas y por las costas de las mismas, y la pérdida de hábitat en las lagunas bajas de tipo salobre que poseen las características adecuadas para la nidificación del Chorlito ceniciento.

Un Chorlito anillado

Como parte de la investigación que se realiza conjuntamente entre la Asociación Ambiente Sur y el Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura (CRAL) de Punta Arenas, Chile, se realizaron por primera vez dos censos binacionales de la especie y se continúa con el permanente monitoreo de la misma.

Los resultados del primer censo binacional mostraron que el número poblacional total de Chorlito ceniciento sería excepcionalmente bajo, por lo que los investigadores proponen que debería ser reconsiderada su categoría de conservación.

Una de las estrategias para conocer más sobre su ruta migratoria y contribuir a la conservación de la especie, es el anillado de aves y colocación de dispositivos transmisores que permiten su seguimiento. Así es que en octubre de 2017, en la Laguna Los Palos, al norte de la ciudad de Punta Arenas, Región de Magallanes, Chile, el Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura anilló el Chorlito 194, probablemente una hembra, que fue nuevamente avistado durante el primer censo binacional de la especie, realizado en temporada invernal en mayo de 2022 (ver foto). Los anillos sirven para saber dónde, cuándo y quién los anilló. Esto a su vez posibilita evaluar hábitos, rutas y distancias recorridas por cada ejemplar.