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50 años desde el descubrimiento del Macá tobiano

27 de abril 1974 - 2024

El 27 de abril de 1974, hace 50 años, un muchacho joven coleccionó un Macá en una laguna en las cercanías de El Calafate, sin saber que ese individuo era una nueva especie para la ciencia, que sería llamada Macá tobiano.

Debo aclarar inmediatamente que este descubrimiento era para la ciencia. Seguro que los Aonikenk y los gauchos conocían a esta belleza de la naturaleza.

Pero quizás me estoy anticipando a los hechos. ¿Por qué ese joven coleccionó un ave?

Para responder debo remitirme a enero del año 1974 cuando un grupo de jóvenes naturalistas se encontraron en Tierra del Fuego para anillar y ponerle collares a la mayor cantidad posible de pichones de Cauquenes comunes (Chloephaga picta). La mayoría de esos jóvenes terminaron siendo importantes naturalistas en la Argentina: Marcelo y Pablo Canevari y Jorge Rodríguez Mata. La persona a cargo del grupo era el eximio ornitólogo Claës Christian Olrog. ¡Qué privilegio para ese grupo compartir un mes de sus vidas en el campo con esta extraordinaria persona!

El Cauquén supuestamente causaba daños a las pasturas de las ovejas en las zonas de reproducción en el sur de la Patagonia y también dañaba a los cultivos en las zonas al sur de la Pampa Húmeda donde pasaba el invierno. El objetivo del anillado era saber más sobre la especie y su distribución durante los inviernos.

Luego se realizó un viaje en abril y mayo de ese mismo año para ver si era posible ver algunos de los individuos de Cauquén con sus collares mientras se dirigían a sus zonas de invernada.

Mauricio Rumboll (der), el gran naturalista argentino, y su aprendiz Eduardo Shaw (izq) descubrieron al Macá tobiano en Santa Cruz.

Un viaje de descubrimiento

Ese viaje fue llevado adelante por Mauricio Rumboll, el extraordinario naturalista de campo, y su aprendiz Eduardo Shaw. Partieron de Buenos Aires y se dirigieron al sur de esa provincia y luego tomaron las rutas costeras hasta llegar a Cabo Vírgenes.

Pararon en Península Valdés dónde avistaron algunas ballenas francas australes. Luego se dirigieron a Punta Tombo. En ese lugar, Mauricio compartió su noción que era posible que descubrieran una especie nueva. Lo más factible iba ser algún canastero o tiránido.

En la trayectoria Mauricio le enseñaba al aprendiz cómo preparar pieles de estudio; todo ave o mamífero que encontraban muerto terminaba siendo una piel de estudio.

Finalmente llegaron a la zona de Cabo Vírgenes donde se hicieron los primeros registros de la Garcita bueyera. En los próximos meses esta especie llegaría a la Isla de Tierra del Fuego.

Luego Mauricio deseaba que el aprendiz conozca el glaciar Perito Moreno y partieron en esa dirección. En el camino pararon cerca de una laguna y el maestro le dijo al aprendiz: “Ya estás listo para coleccionar y preparar tu primera piel de estudio. Andá y cazá un Macá plateado.”

El aprendiz bajó a la costa oeste de la laguna, soplaba un viento bastante fuerte, avistó un grupo de Macás, disparó y uno cayó. Luego se dio cuenta que el viento llevaba el ave hacia el centro de la laguna y razonó que no iba a morir en vano. Se sacó casi toda la ropa y se metió en las aguas bastante frías, pero pudo llegar al ave.

Hace 50 años, un grupo de naturalistas descubrieron una nueva especie de ave en una laguna próxima a El Calafate: el Macá tobiano.

Esa noche, a la luz de una fogata, el aprendiz preparó su primera piel de estudio. Mauricio notó algunas cosas extrañas en el ave, pero no le prestó más atención. Era el 27 de abril de 1974.

Visitaron al maravilloso glaciar y durante el regreso pararon en Carmen de Patagones. Mauricio quería que el aprendiz viera uno de los pueblos que fueron visitados por Charles Darwin.

Llegaron a mediados de mayo a Buenos Aires.

Al día siguiente del arribo a la gran ciudad el aprendiz llegó a media mañana al Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y se encontró con un alboroto en la sección de ornitología. Pablo Canevari y Jorge Rodríguez Mata fueron entre los primeros en decirle a Mauricio: “Eso no es un Macá plateado.” Consultaron las pieles y quedaron boquiabiertos. Era verdaderamente una nueva especie para la ciencia.

La situación actual de esta ave magnífica es crítica por varios factores. Pero ese aprendiz agradece profundamente a todas las personas que han trabajado contra viento y marea para entender y saber más sobre esta magnífica ave para asegurar su conservación. Esa lista es larga y hay varios que ya no están más con nosotros.

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Somos una asociación civil sin fines de lucro, creada en Marzo de 2007. La conformamos un grupo diverso de profesionales y amantes de la naturaleza con la misión de conservar y generar proyectos de educación ambiental con participación ciudadana en pos de la salud y el disfrute del ambiente local

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